domingo, 6 de diciembre de 2015

La recta final.

·         La meta es ese objetivo que todos nos imponemos con total libertad. Nos hace esclavos de nuestras propias acciones, culpables de cada error. Cada caída es una nueva puñalada llena de dolor sin dolor. Con ese amargo sabor de boca que acostumbra a dejar. Como si se tratara de un caramelo, lo saboreamos poco a poco. ¿Lo reconoces ya? Es el sabor del esfuerzo sin recompensa.
Y sin embargo, estamos tan equivocados. La meta no siempre es el final de una carrera, tan solo es el inicio de una nueva oportunidad para triunfar, para
volver a intentarlo mil veces más.

Hasta que no llegamos a ella, no nos damos cuenta de lo corto que resulta el momento de gloria.

Otra vez, la desilusión nos invade. 



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